Nos centramos especialmente en los procesos productivos cooperativos o de equipo. En efecto, mientras los procesos individuales representan actividades relativamente independientes, que pueden influenciar limitadamente a otros procesos (salvo en el momento en el que se realiza el input/output entre ellos), los de equipo son actividades altamente interdependientes, que necesitan fuertes intervenciones organizativas para desempeñarse con éxito.

Definimos procesos claros y bajo control, que permitan aumentar el rendimiento. Si un proceso productivo está mejor definido, se podrá centralizar y automatizar con más facilidad.

Comprobamos y, si es necesario, replanteamos el modelo de organización de las áreas y de los departamentos, para adaptarlos a los nuevos objetivos.
Redefinimos el organigrama, adecuando los roles y las responsabilidades del personal. Y para garantizar el éxito de esta fase, promovemos el cambio cultural mediante una formación específica.

Dedicamos gran atención a los sistemas informáticos y proponemos un consistente uso de varios software integrados, que permitan compartir la información y aumentar todavía más las prestaciones.

Todo ello para lograr una organización eficiente, que aporte importantes beneficios en el negocio, como satisfacción de los clientes, rapidez en los procesos, mejor uso de los recursos, economías de escala e incremento del poder adquisitivo.